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Listen me, baby

Capítulo 1
-Buenos días Marquis.
-Buenos días princesa —dice esbozando una gran sonrisa.
     Esos amaneceres para Bárbara son muy significativos.
-¿Qué tal has dormido patoso?
-Bárbara...
-Shhh, no te lo diré más —ríe ella divertida. Le gusta llevar el control de la conversación y juguetear con su novio. Marcos es un gran chico.
-Marcos, ¿alguna vez te he dicho que te quiero?
-No, que va —contesta irónico el rubio de ojos miel.
-¡Qué mentiroso! No me gustan tus bromitas, —lo de Bárbara va en serio, pero sigue— me parecen muy infantiles.
-Sabes que soy infantil. 
-Pero no de ese extremo, ¡patoso!
-Inútil.
-Tonto.
-Fea.
-Te quiero.
-Te amo.
     Los dos se quieren, mucho. Y es que los polos opuestos se atraen. La mañana que les espera no se la imaginan para nada ninguno de los dos...
     Pero eso no les ocurrirá ahora. Se acercan el uno al otro, lentamente. Sienten sus labios y Bárbara sonríe pícara. Les gusta y se quieren, lo mejor que podrían tener.
-No me dejes nunca, pequeña.
     Bárbara no puede evitar derretirse con su novio, ¡es tan tierno!
-Jo, nunca nunca. Hasta que no me dejes tú, ¡yo no actúo! —sabe que Marcos ama ese lado infantil de Bárbara.
-Yo tampoco lo haré, puedes dormir tranquila —y sonríe.
-Buenas noches.
-Buenos días.
-Marcos, ¡si son las once!
-De la mañana; hora punta en la que todos los días te pienso.
     Sonríen, se aman. Se besan a la vez que escuchan a alguien subir las escaleras.
-¿Será Guille? ¡Qué pesado! 
-Mi hermano es tonto, de verdad. ¡No nos deja tranquilidad en ningún momento del día! —finaliza Bárbara.


Continúan con el beso hasta que alguien abre la puerta.... Y no es Guille.


                                                           


Capítulo 2
Sentada en la cama, de repente, suena Paradise - Coldplay. Es su móvil.
¡Madre mía...! ¡Es él! ¿Lo coge? Indecisión. Sabe que es su primera llamada, pero no la última.
 Niki se decide y alcanza su móvil. Es un HTC Wildfire azul muy bonito. Se ditrae mirándole, pero no pierde tiempo y descuelga...


-¿Sí? —al otro lado de la línea carraspean.
-Hola, ¿está Niki?
-Soy yo —contesta avergonzada.
-¡Ah, Niki! Te había confundido con Inés. ¡Lo siento!
     Noa es la hermana de Niki, y la verdad es que tienen una voz totalmente diferente.
-No pasa nada. Bueno, aquí me tienes... ¿Qué querías?
     Se muerde los labios... ¡qué nervios! ¿Qué querrá? De este chico se puede esperar cualquier cosa, es una caja de sorpresas.
-No se si te molesto, pero de antemano pido disculpas. Llamo para saber si quieres acompañarme a Metblanc, a comprar y a dar una vuelta. Últimamente me fijo mucho en tu ropa, y tienes buen estilo, jeje. ¿Luego a Telepizza invito yo, OK?
     ¡Madre mía! Mario la está invitando a ir al centro comercial. Qué haceee! ¡Ha quedado para ensayar la coreografía de fin de curso! Se lo tendrá que negar a sus amigas, ¡imposible que pierda la ocasión! Lleva enamorada de su amigo 7 meses. Lo cuenta, incluso.
-Mira, Mario, he quedado para ensayar el baile. Pero no te preocupes, porque además les venía mal a las chicas, así que, ¿para cuando lo aplazo? ¿Cuando quedamos nosotros?
-Si no puedes quedar lo dejamos, yo no te quiero...
-No, no, no, si no eres molestia. Yo además encantada, ¡de personal shopping! —carcajadas en una línea y en otra. Risa tonta de enamorada, risa loca de amigos. Cómplices. 
-¿A las 6 te viene bien?
-Perfecto.
-Bueno, entonces ¡nos vemos! Chaoootee.
-Adiós, Mario.


     Aish. Suspira, está totalmente enamorada. ¡Pero esto le ha pillado desprevenida! Tiene que aplazar el ensayo, y no cree que sus amigas  se lo tomen muy bien...





Capítulo 3 
¡Madre mía la cara que se le ha quedado a Bárbara cuando ha visto quien entraba por la puerta!
-¡Marcos!
-Eh, eh... —titubeante, incrédulo, no termina de convencerse de que no está soñando. Le cuesta hablar— ...qué, ¿Hola? Esto, ¿qué?, hola...
-¡Qué coño estabas haciendo! ¡Por favor que alguien me mate, joder! ¡Esto no es posible, no es justo!
-¡Pero quién es esta tía! 
    Bárbara está echa un lío... ¿quién es esta que ha entrado a su habitación?
-Vane, te lo puedo explicar...
-¿Qué me puedes explicar el qué? ¡Mira niño, esto no tiene perdón, como te...!
-Déjame hablar, ¡por favor! —le interrumpe.
-¿Marcos...? No insinuarás... —y rompe a llorar. Cree que Vane es otra novia de Marcos, y está en lo cierto.
-Sí: Vane, Bárbara; Bárbara, Vane. Las dos sois mis novias. A las dos os quiero mucho, y os he engañado... Lo siento.
    Las chicas están indignadas, la compañía en la habitación de Bárbara es mala, están solos. No confían en nadie, ni unos ni otros.
-¡Tú no tienes perdón de Dios! Marcos, yo estaba tan tranquila... ¿por qué me haces esto? —no se lo puede creer, 9 meses, a la papelera, para nada... 
     Quiere morir, solloza, nadie la apoya. Es una etapa dura para Bárbara, y sólo tenía a Marcos: su novio, su gran chico. Y ahora no puede confiar en el, lo ha perdido... Está indignada, pero, ¿cómo ha entrado la Vane esta a su casa?
-Pero y, ¿cómo has entrado? —se adelanta Marcos.
-Le he dicho al que me ha abierto la puerta que soy amiga de Bárbara, porque estaba segura de que me engañabas con ella, y de que estaríais aquí. Si no estabas, hablaría con Bárbara para que me confesara todo: sois unos cabrones los dos. Tú, cría, por estar con este, y tú, por... —no acaba.
     ¡Madre mía! ¡La habitación de la chica parece el Río Miño! Al que iba a llevar Marcos a Vane, cuando cumplieran 1 año juntos.
-Bueno, ya hablaré a solas con vosotras dos, tengo mis razones.
-Tú no tienes ni lacasitos, embustero -.-"
-Bueno, paremos. ahora debemos relajarnos e irnos. Cuanto antes acabe esto, mejor.
Ahora es Marcos el que llora. Sabe que no tiene motivos para justificar lo que ha hecho. Sabía que no era bueno eso de engañar, pero lo necesitaba. 
De amar a dos personas, ha terminado perdiendo a las dos, porque en ese juego de dos, sólo juega un corazón...